Un programa de mantenimiento preventivo cuidadosamente considerado puede tener un impacto positivo en varias áreas de tu tienda retail. Si quieres conocer cómo implementar un plan de mantenimiento preventivo efectivo en su tienda retail, continúa la lectura.
Los programas de mantenimiento preventivo más exitosos adoptan un enfoque múltiple para abordar posibles problemas de rendimiento y calidad incluso antes de que ocurran, permitiendo un ahorro entre el 30 % y 40 % en comparación con el mantenimiento correctivo.
El objetivo del mantenimiento preventivo en retail es mantener en funcionamiento los equipos y programas informáticos, realizando trabajos de mantenimiento en ellos antes de que se manifiesten fallos y defectos.
Es el término utilizado para el trabajo de mantenimiento en máquinas, equipos y sistemas en general, pero en los últimos años se ha utilizado a menudo en áreas relacionadas con las TI, como las redes y el software, necesarios para el buen funcionamiento de una tienda retail.
Las comprobaciones periódicas de los equipos se llevan a cabo de acuerdo con un programa de mantenimiento y se basan en el mantenimiento regular, como la sustitución periódica de piezas de desgaste, el engrasado, las actualizaciones de software y las copias de seguridad.
10 consejos para implementar un plan de mantenimiento preventivo efectivo en tu tienda retail
A continuación, encontrarás 10 consejos para implementar un plan de mantenimiento preventivo (PM) efectivo en tu tienda retail que puede ayudarte a evitar el tiempo de inactividad no planificado debido a la falla de los equipos:
1. Evalúa el estado actual
Siempre es una buena idea realizar una evaluación de referencia de tus instalaciones y equipos antes de comenzar cualquier nuevo programa de mantenimiento. Esto te proporcionará una vista amplia de tus instalaciones y te ayudará a guiar tus acciones y decisiones.
Considera la cantidad de equipos e inmobiliario, su edad y tipo, el fabricante del equipo original de las máquinas, toda la cadena de producción dentro de la tienda, el nivel de automatización y cualquier problema de mantenimiento histórico digno de mención, ya sea único o recurrente.
Una vez que hayas considerado el panorama general, considera los pros y los contras del estado actual de tu equipo y decide dónde desea mejorar el mantenimiento y el rendimiento.
2. Revisa las especificaciones del fabricante
Una vez que hayas evaluado tu equipo y maquinaria, es hora de comenzar a investigar. Ciertamente, no es la parte más satisfactoria del proceso, para que puedas ver los resultados de tu plan de mantenimiento preventivo, pero es un paso importante para llegar allí.
Los documentos y especificaciones del fabricante pueden ayudarte a determinar las mejores prácticas de mantenimiento recomendadas para tus equipos, que serán una parte importante del plan que desarrolles.
3. La documentación es clave
La documentación es una parte esencial de cualquier buen programa de mantenimiento. Por lo general, querrás documentar tanto como sea posible, incluido el estado actual del equipo, el plan de mantenimiento recién creado y las acciones tomadas para lograrlo.
La documentación integral sirve para varios propósitos cuando desarrollas un plan de mantenimiento preventivo:
Te ayuda a realizar un seguimiento del trabajo realizado hasta el momento
Crea una única fuente confiable para las prácticas de mantenimiento que has desarrollado
Permite a los empleados acceder y revisar fácilmente los planes.
4. Busca Apoyo
El mantenimiento preventivo a veces tiene mala reputación entre los propietarios y empleados de las instalaciones. Puede verse como una práctica que reduce la productividad, aumenta el tiempo de inactividad innecesario y genera trabajo adicional.
Comunica a tu personal que el mantenimiento preventivo es un aspecto clave de su trabajo y un factor importante en el éxito de tu instalación, ya que en realidad aumenta la productividad general entre 5 % y 10 % y reduce el mantenimiento reactivo más costoso.
5. Establece objetivos y puntos de referencia
En función de la evaluación general que realizaste, es muy útil establecer objetivos de tiempo de actividad, productividad, calidad. Comparar regularmente las mejoras incrementales con su punto de partida puede motivarte a ti y a tus empleados a medida que ven los resultados de sus esfuerzos.
6. Toma una "imagen frontal"
Para los fines descritos anteriormente, puede ser útil tomar una instantánea figurativa de las métricas de rendimiento iniciales de tu instalación a medida que se embarca en un nuevo programa de mantenimiento.
Hace que sea más fácil para ti y tus empleados revisar estos datos, les permitirá concentrarse más en los resultados.
7. Haz un seguimiento del progreso
Si bien tus objetivos y puntos de referencia pueden ser planes de uno, tres y cinco años, también debes asegurarte de que puedan ver más resultados incrementales. Si tienes algo a mano, asegúrate de revisarlo regularmente, celebrando las mejoras que se producen mensualmente
8. Investiga escenarios técnicos
Las herramientas de seguimiento de datos de rendimiento y automatización son más poderosas y omnipresentes que nunca, el 47 % de los fabricantes mundiales utilizan tecnologías de mantenimiento predictivo.
Incluso si no estás interesado en adquirir e instalar nuevos sensores y otros equipos, puedes tomar medidas para utilizar los datos de tu CMMS existente de una manera analítica más profunda.
9. Inspecciona y modifica según sea necesario
Tu primer, segundo o tercer programa de mantenimiento preventivo no debería ser el último. Si algo en el plan no funciona, no dudes en cambiarlo. Las mejoras continuas no se publicarán si tienes una copia de seguridad de los datos para su modificación.
Con estos consejos en mente, ahora puedes estar más seguro de cómo implementar un plan de mantenimiento preventivo efectivo en tu tienda retail.
10. Mantente actualizado en materia de normativa
A continuación, encontrarás una pequeña guía de los mantenimientos preventivos mínimos en España que deberían realizarse en tu tienda para garantizar el cumplimiento de la normativa y el buen funcionamiento de las instalaciones locativas.